viernes, 5 de agosto de 2011

27. La Push

Hola a todas/os, mi vida parece que va tomando buen rumbo, aunque todavía sigo un poco perdida… Comencé otra vez a escribir y parece que la inspiración volvió a mí.
Antes de que leáis el nuevo capítulo, sí, NUEVO CAPÍTULO, os hago un resumen de cómo iba la historia.

--- Lluna y Jacob han decidido seguir adelante con su gran historia de amor pese a todos los inconvenientes y problemas que conlleva. Si los Vulturis descubren que los Cullen han roto el trato puede haber graves problemas y consecuencias para toda la familia vampírica y, sobre todo, para Lluna y Jacob.

Jacob propone a Lluna pasar una semana en la Push para que conozca a su familia y manada. ¿Pasarán unas felices fiestas de acción de gracias?....


Capítulo 27. La Push

Llegamos a La Push unos 5 o 10 minutos después de subirnos al coche. Me hubiera encantado poder ver el paisaje, seguro que debía ser precioso, pero la oscuridad de la noche no me dejó contemplarlo. Mi máxima visión fue lo que iluminaron las luces del coche y la poca luz que se filtró de la luna escondida entre las nubes.

Las farolas encendidas del pueblo nos dieron la bienvenida. Algunas estaban medio fundidas y parpadeaban cuando pasábamos. La Push estaba situada en una explanada que limitaba con el océano y la arboleda del bosque. No había bloques de pisos. Todas las viviendas eran casas de madera de uno o dos pisos y tenían una gran extensión de terreno que las rodeaba.

Jacob giró el coche por la primera calle que nos encontramos. Cruzamos tres manzanas y aparcó en la entrada del garaje de una casa que hacía esquina. No parecía que hubiera nadie en la casa, estaba a oscuras.

- Bueno, ya hemos llegado. –Dijo apagando el motor.

- Espero darle mejor impresión a Seth, he sido una estúpida antes con tus otros amigos.

- Deja de repetir que eres una estúpida, ya te he dicho que no lo has sido, era completamente razonable lo que has hecho. – Dijo dándome ánimos, aunque yo seguía pensando lo mismo, era una cobarde. – Seguro que le caes fenomenal a Seth, le gusta tanto parlotear como a ti.

- ¿¡Me estás llamando bocazas!? – Le dije ofendida de forma teatral.

- No, no. Lo que quiero decir es que a los dos os gusta hablar, que por eso os vais a llevar bien. No es de los que callan lo que piensan, igual que tú y… y eso está bien, porque así sé que no me escondes nada y… y…- Decía nervioso.

Se me escapó la risa, ¡y él decía que yo parloteaba! Me encantaba la forma en que se disculpaba; se ponía muy nervioso y atropellaba las palabras. No solía tener que dar muchas explicaciones a nadie y, cuando lo hacía, se ponía muy nervioso. Me lancé a él en un movimiento rápido que le pilló desprevenido; estaba totalmente sumergido en sus cavilaciones. Jacob echó el asiento hacía atrás para que no me hiciera daño con el volante. Me senté de lado en sus rodillas y nos quedamos mirando. Su preciosa sonrisa era algo que todavía hoy me dejaba fascinaba y sabía que siempre iba a ser igual. Lentamente acercó su cara a la mía y rozó su nariz en mi pómulo.

- Te quiero. –Susurró en la comisura de mis labios.

Se me escapó una risilla floja, como las otras veces que me decía esas palabras. Cerré los ojos y junté muy despacio mis labios con los suyos, uniéndose perfectamente como dos piezas de un puzzle. Nuestros labios se movían sincronizados, teniendo bien aprendida la lección, sabiendo de memoria cada movimiento. Nos separamos cuando el beso cada vez se fue volviendo más apasionado; no quería que nos viera alguien y tener un nuevo mote más aparte del de cobarde. Jacob dejó la cabeza apoyada entre mi hombro y el cuello y dejó dulces besos allí. Siempre me hacía sentir la mujer más amada del mundo.

Después de estar un rato abrazados, sin decirnos nada (el roce de nuestras caricias se encargaban de decirnos todo lo que sentíamos), Jacob abrió la puerta y me sacó en brazos del coche. Fuimos a la parte trasera y sacamos las maletas. Cogió las más grandes y nos dirigimos a la puerta de entrada de la casa.

No sé como lo hizo, pero fue capaz de sacar las llaves de su bolsillo sin necesidad de dejar las dos maletas en el suelo.

- ¿No vas a llamar?- Le pregunté antes que metiera la llave en la cerradura.

- No hay nadie –Contestó confiado.

- Quizá está durmiendo.

Se quedó sólo un segundo escuchando y, muy seguro de si mismo contestó: “no, no hay nadie”. A continuación abrió la puerta y encendió las luces que estaban en la entrada.

La casa se notaba que vivía una persona soltera y que no recibía visitas muy a menudo. No había recibidor, entrabas directamente al salón comedor que comunicaba con la cocina por una barra americana. Una parte del suelo era de madera igual que las paredes, la otra parte estaba decorada con cajas de pizzas vacías, latas de refrescos espachurradas, botellines de cerveza, ropa sucia… El sofá de cuero marrón y la mesa de madera estaba decorada con los mismos elementos que habían esparcidos por el suelo. Todo el salón comedor era un caos, incluso encima del mueble de la televisión había basura. Miré de refilón la cocina y estaba igual decorada que el comedor para no desentonar. ¡Qué asco! En la pica y en toda la pequeña encimera se amontonaban los platos, vasos, cazuelas, sartenes sucias… y, por la grasa reseca que había pegada en la vajilla, debería de hacer más de dos semanas que no se fregaba.

- ¡Pero qué asco! –Exclamó Jacob al ver tal desastre. – ¡Este tío es un guarro!

- Quizá… ayer dio una fiesta. –No tenía pinta, aunque un desastre así sólo se conseguía haciendo un festival o, simplemente…

- Es un cerdo –Dijo confirmando lo que yo estaba pensando. –Espero que la habitación de Sue no esté igual. Ten cuidado por dónde pisas. –Me dijo, cerró la puerta y comenzó a adentrarse en el basurero -quiero decir, en la casa-.

Jacob chutaba todo lo que se encontraba por su paso para hacerlo a un lado. Yo tenía la vista fija en mis pies y controlaba que en cada paso no pisara nada.

- ¿Qué es eso? –Preguntó con repulsión.

Se acercó a la mesa y miró dentro de un cubo de pollo frito.

- ¡Esto es nauseabundo! – Dijo arrugando la nariz y continúo con su marcha murmurando algo sobre Seth y, por el tono de voz, no era nada bueno.

Cuando pasé cerca la mesa certifiqué lo que Jacob había dicho. Lo que fuera que hubiera dentro de ese cubo de comida se estaba pudriendo –creo que eran o, algún día fueron, alitas de pollo fritas-. Encendió las luces del pasillo y abrió la primera puerta.

- ¡Menos mal! –Exclamó aliviado cuando entró en la habitación.

Yo también suspiré aliviada cuando llegué a la habitación después de saltar un montículo de ropa sucia. Por suerte, la habitación de Sue estaba fuera de la porquería que había visto antes. Había un poco de polvo en los muebles, pero nada de decoración residual en el suelo ni en la cama que estaba sin sabanas.

- ¿¡Pero este chaval cómo puede vivir así!? – Le respondí encogiéndome de hombros, yo tampoco lo entendía.

- ¿Dónde está el lavabo?- Hacía rato que necesitaba utilizar un inodoro.

- La primera a la derecha. –Dijo mientras buscaba en el armario ropa para la cama.
Fui al baño saltando como antes la ropa sucia. Llegué a la puerta y la abrí con miedo de qué me iba a encontrar detrás. Di al interruptor pero no se encendió la luz, después de dos intentos más fallidos y, haciendo un corto estudio de acción-reacción, averigüé que la luz estaba fundida.

- ¡Jacob, dejo la puerta abierta, no funciona la luz! – Le grité desde la puerta. Cosa tonta, ya que con su desarrollado sentido del oído iba a escucharme sin necesidad de alzar la voz.

- ¡Genial! –Le escuché que decía sarcástico.

Por una parte agradecí que no viera mucho, así no vería en las condiciones que se encontraba el baño pero, por si acaso, no me senté en el inodoro. Inspeccioné el papel higiénico con la poca luz que entraba, parecía limpio; usable. Después me lavé las manos sólo con agua, no encontraba el jabón. Tampoco encontré la toalla y tuve que secarme las manos en el pantalón.

Cuando regresé a la habitación Jacob estaba haciendo la cama.

- Son las sabanas más bonitas que he encontrado, bueno, en realidad son las únicas.

Las sabanas eran rosas con puntilla blanca. A juego con la colcha que había doblada en la silla.

- Pero son muy suaves. –Le dije animada, ayudándole a terminar la tarea.

- Estás muy optimista hoy –Me dijo arqueando sus cejas, dudoso de mi actitud.

- ¿¡Cómo quieres que esté!? – Le dije eufórica.- Estoy viviendo un sueño, estoy viendo lo que tantas veces me había imaginado, ¡ESTOY EN LA PUSH! Además, yo siempre he sido más de lobos que de vampiros.

- ¿Ah, sí..? , pues esta tarde hubiera jurado todo lo contrario. – Dijo con una sonrisa burlona.

- Ja, ja, muy gracioso. –Le respondí sin ganas, sentándome en la cama. Los muelles crujieron.

Jacob se acercó y se sentó a mi lado, los muelles volvieron a crujir, pero esta vez más fuerte por su peso. Se me quedó mirando con una sonrisa pícara y se levantó un poco y volvió a sentarse, escuchándose otra vez los muelles. Respondí de la misma forma y él igual. El sonido de la cama crujiendo debajo nuestro nos hizo pensar en lo mismo, sexo. Soltó un gruñido de excitación por su pecho y se lanzó encima de mí. El movimiento fue demasiado brusco para una cama tan antigua, toda la estructura hizo un ruido estremecedor. Los dos nos quedamos mirando asustados, esperando que en cualquier momento se rompieran los hierros, por suerte, no sucedió y comenzamos a carcajearnos. Jacob no podía parar su risa, le fallaban las fuerzas, se hizo a un lado para no aplastarme. La cama crujió más que antes. Muy despacio nos fuimos moviendo hasta el borde y nos pusimos en pie. Se agachó al suelo y miró las patas de la cama.

- Cómo no apriete estos tornillos me parece que vamos a dormir en el suelo.

- Sí, eso parece. –Le respondí.

Comenzó a sonar el teléfono que había en el tocador. Jacob contestó.

- Casa de los Clearwater, ¿dígame? Sí, soy yo. ¡Ah! Hola Rakel. Claro que sí. Vale, ahora vamos. – Y colgó. -Mi hermana nos ha invitado a cenar. Ya pensaba que íbamos a quedarnos sin comer nada. ¿Vamos?

- ¡Vale!- Le contesté entusiasmada por la idea. Moría de curiosidad por conocer a su hermana y a los sobrinos de Jacob aunque, la idea de enfrentarme a Paul, no me agradaba mucho.

Saqué de mi bolso el neceser con el maquillaje y me retoqué un poco; después de las largas horas de vuelo y la llorera de esta tarde parecía un mapache. Cuando terminé, nos fuimos andando a la antigua casa de Jacob que estaba un par manzanas más allá.


En el paseo, Jacob me contó anécdotas que le habían ocurrido en esas calles. Con sus historietas divertidas tuve la mente ocupada y no pensé en lo iba a ocurrir a continuación: conocer a su hermana, sus sobrinos y enfrentarme a Paul.

Entramos en una parcela bastante grande. El suelo estaba embarrado, seguramente por las lluvias de hacía pocos días. Poco antes de acceder a los escalones del porche había una hilera de tablones de madera. Allí, Jacob se paró y observó la escena con nostalgia.

Cuantas veces había leído sobre ese lugar, cuantas veces lo había imaginado, cuantas veces había soñado y, hoy, otro sueño hecho realidad. Una realidad tangible dentro de mi vida irreal. Como tantas otras veces desde que estoy con Jacob; veía las cosas, las podía tocar, las podía experimentar con todos los sentidos pero, aún así, me costaban de creer. Agradecí que Jacob se parara, así tuve tiempo de ir asimilando lo que estaba viviendo y calmar mi euforia.

- Bienvenida a la casa de Jacob Black, bueno, la que era. – Dijo abriendo los brazos, abarcando lo que había a su alrededor.

- ¿Y el garaje? – Le pregunté entusiasmada. Asimilar, había asimilado. La euforia, no estaba controlada.

Señaló a unos árboles que había en la parcela. La luz que llegaba de las farolas de la calle no era mucha pero pude ver que detrás de aquellos arboles había algo. Había una pared hecha con tablones de madera. El techo estaba hecho con más tablones y plásticos para que no se filtrara el agua. ¿A eso le llamaba garaje? –Pregunté para mis adentros-, yo lo definiría más bien como barraca o chabola. Quizá desde que él se fue había estado abandonada.

- La ha cuidado muy bien mi sobrino Brian. – Dijo con orgullo. Me miró extrañado al ver que no decía ningún comentario. – No es lo que te esperabas, ¿verdad?

Me hubiera gustado mentirle para que no se sintiera mal y, aunque hubiera podido pensar algo y decirlo, no se lo habría creído, mi cara me delataba.

- Ya sé que por fuera no parece gran cosa, pero por dentro está bastante bien. Luego te lo enseño. –Dijo al ver que no me creía del todo sus palabras. Seguía sin creerme que “eso” podía ser un garaje, yo seguía viendo una barraca.


Fuimos hasta el porche (poco iluminado) y nos limpiamos los zapatos de barro en la alfombrilla. Cuando Jacob tocó el timbre salí de mi aturdimiento y mi euforia. ¡Mierda! Ya no me acordaba de Paul. Dentro de la casa se escucharon unos pasos correr a la puerta, la cual se abrió de golpe, salieron dos niños a abrazarse a Jacob. Levantó al más pequeño con un brazo; tendría que tener unos 8 años y, al mayor; de unos 12 años, le comenzó a alborotar la melena que le llegaba hasta los hombros, tenía un gran parecido físico con Jacob, aunque en menores escalas por la edad del pequeño.

- ¿Y estas greñas? –Le preguntó al chiquillo.

- Se quiere parecer a alguien. – Dijo una voz femenina cerca de nosotros.

Levanté la mirada de donde procedía esa voz. Una mujer se acercaba a Jacob emocionada desde dentro de la casa. Jacob dejó al niño en el suelo y, sin dudarlo, se lanzó a abrazarla. El enlace duró pocos segundos, la mujer se separó y habló conteniendo la emoción, aunque se le notaba un nudo en la garganta.

- ¡Podrías haber llamado alguna vez o, al menos, avisarme que venias! –dijo enfadada.- Te hubiera preparado una habitación para que pudieras dormir, bueno, pudierais dormir. – Me miró y vino a estrecharme la mano. –Hola, yo soy Rakel, la hermana olvidada de Jacob, estos son mis hijos Brian y Dylan y, ese de ahí, es mi marido Paul. – Señaló dentro y vi a un hombre asomarse por una puerta.

- Hola Lluna –dijo saliendo por completo al recibidor y levantando los brazos en señal no amenazadora. – Tranquila, no voy hacerte nada. –Su voz detonaba cierta mofa.

Noté como los colores iban subiéndome y la mirada de Jacob clavada en mi, dándome confianza, la cual funcionó. Tragué saliva y con ella la vergüenza. Saliendo mi lado más orgulloso comencé hablar, tenía que defenderme.

- ¿Tú eres Paul? – Le pregunté haciéndome la sorprendida.- ¡Vaya!, pensé que eras más grande, no te imaginaba tan… enclenque.

Paul se quedó sorprendido por mi reacción y, ofendido por mis palabras y por no haber logrado su objetivo de humillarme, se me acercó con paso amenazador. De lejos ya sabía que había mentido al decir que era un enclenque pero, cuando lo tuve más cerca, lo certifiqué. Era bien alto; 1.80 m aproximadamente y unos músculos bien formados en sus brazos, no me dio tiempo a ver más, Jacob con gesto protector se puso delante de mí y le escuché gruñir. Paul al principio reaccionó retrocediendo pero luego se le encaró. Rakel se interpuso en medio de la pelea.

- ¡Vosotros dos nunca vais a cambiar! – Les dijo empujando sus pechos para separar las distancias.- Venga, todo el mundo dentro.

Paul, amistosamente, cogió a Jacob por los hombros y lo encaminó dentro de casa, yo les seguí. Paul giró la cabeza y me dio una mirada de venganza, Jacob se dio cuenta y le respondió con un codazo en todas las costillas. La víctima se dobló por el golpetazo y tubo que cogerse a la pared para no caer al suelo.

- ¡Vaya, Jacob! Sí que te has vuelto protector. –Le dijo Paul medio riendo medio retorciéndose de dolor.

Jacob se rio en toda su cara, cogió mi mano y fuimos hasta el salón, dejando a Paul recuperando el aliento.

La estancia no era muy grande, incluso diría que era más pequeña que la de los Clearwater pero, al estar todo recogido y bien organizado, hacía que fuera un espacio muy agradable. Llegaba un estupendo olor a comida que me abrió el apetito. Brian con los ojos vidriosos comenzó a echarle a Jacob en cara su falta de llamadas, el acusado le respondió encogiéndose de hombros y abrazó al niño. Rakel no paraba de mirarme de una forma que no comprendía, me hacía sentir incómoda. Dylan comenzó a traer un montón de juguetes y a enseñárnoslos. Me entretuve mostrándole atención al pequeño, de esta forma no me sentí tan vigilada por Rakel. Paul, ya recuperado, vino donde estábamos todos, sacó de detrás el mueble del comedor un tablón de madera y dos caballetes para acoplarlos a la mesa y hacerla más grande.

- Brian, ¿puedes traer dos sillas del garaje? – El niño comenzó a refunfuñar por interrumpir la charla que tenía con su tío pero obedeció y fue hacer el recado.

- ¡Espera, vamos contigo!- Le gritó Jacob cuando Brian salió del salón.

Jacob cogió mi mano y casi corriendo fuimos detrás de Brian que nos esperaba en la puerta. Dylan vino con nosotros para hacernos de guía con una linterna que cogió del recibidor. Rodeamos la casa pisando el césped; el camino al garaje estaba embarrado y muy resbaladizo. Brian abrió una pequeña puerta que había en el lateral, todos, excepto Dylan, nos tuvimos que agachar para poder entrar. Alguien encendió las luces y pude ver que Jacob tenía razón; aunque por fuera parecía un barracón, por dentro estaba en muy buen estado. El techo estaba muy bien forrado con plásticos y las paredes con paneles de madera. Había un gran muestrario de herramientas colgadas, todas ellas ordenadas y cuidadas. El final del garaje era un mini desguace donde se encontraban variedad de piezas de todos los tamaños, chasis de motocicletas y partes de coches; todas ellas muy bien organizadas. Jacob y Brian fueron al final del garaje, yo me quedé con Dylan recogiendo algunas arandelas que habían tiradas por el suelo y metiéndolas dentro de un tornillo. Jacob me llamó desde el fondo del garaje y fui con él.

- ¿Qué te parece?- Preguntó destapando una motocicleta negra que estaba debajo de una sabana. - ¿Te suena?

Esa moto jamás la había visto, pero la había imaginado tantas veces cuando leía Luna nueva que era cómo si la reconociera. La moto se veía antigua pero estaba muy bien cuidada; limpia, pintura resplandeciente, el tapizado del sillín en perfectas condiciones… Jacob vio mi cara de sorpresa y sonrió.

- ¿Brian, me la prestas esta semana? –Le preguntó Jacob. – Seguro que a Lluna le hace mucha ilusión.

- ¡Claro! –Respondió Brian entusiasmado. -Funciona perfectamente. La he estado cuidando cómo me pediste, hace poco le cambié el tanque de gasolina.

Jacob y Brian se sumergieron en una charla sobre mecánica, hablando de los cambios en los que había estado trabajando el chico durante estos últimos años. No solamente tenían en común los rasgos físicos, sino también las aficiones. Yo comencé a imaginarme en ese espacio a Jacob y Bella trabajando en esa moto hace ya tanto tiempo, ayudando a Bella a superar los malos momentos por los que estaba pasando.

Después de coger las sillas, sacar la moto arrinconada y dejarla aparcada en el jardín, nos fuimos dentro de la casa a cenar.

La mesa ya estaba puesta con un montón de comida: filetes de carne empanados, puré de patatas, ensalada, verduras… En la cena los protagonistas fueron los niños, contando sus anécdotas del colegio y la reserva. Aunque Jacob y Paul no comentaron nada, yo sabía que, en su fuero interno estaban haciendo una competición de haber quien comía más y, no sabría decir quién ganó, los dos engulleron a más no poder. Al terminar los postres fui con Dylan a jugar a hacer sombras chinescas en el pasillo. Quería dejar a Jacob a solas con su familia, tendrían muchas cosas que contarse después de tanto tiempo. También quería escabullirme de las miradas que me daba Rakel, me hacían sentir incomoda.

Estuve jugando un buen rato con Dylan, le estuve enseñando algunas figuras que sabía hacer; que no eran muchas, al ser yo la hermana menor y tener una familia reducida, pocas veces había tenido la oportunidad de jugar con niños. Las pocas figuras que sabía hacer las había aprendido en mi cuarto, para entretenerme entre ejercicios y ejercicios de matemáticas. Jacob y Brian se nos unieron y estuvieron observando cómo jugábamos. Jacob tenía un brillo especial en sus ojos, llenos de ternura. Se sentó a mi lado en el suelo, cogió al pequeño y lo sentó en sus piernas. Dylan sujetaba la linterna entre sus pequeñas manos y Jacob comenzó hacer diferentes figuras que se reflejaban las sombras en la pared. Por petición de Brian, Jacob nos explicó un cuento. La historia trataba sobre un lobo que se había perdido por el bosque y buscaba su casa, sus amigos y familia lupina. Para encontrarlos preguntaba a los animales del bosque; un conejo, un águila, un alce, un cisne que nadaba por el lago, un pez, una rana… hasta que por fin encontraba su casa. Sus manos podían ser grandes pero las movía con mucha agilidad y destreza, moviendo sus dedos con soltura. Las sombras de la pared cambiaban de un animal a otro en un cerrar y abrir de ojos. Todos nos quedamos embobados mirando las imágenes y escuchando el cuento, incluso Rakel y Paul se nos unieron en silencio. Al finalizar la historieta todos aplaudimos.

Rakel mandó a los niños a dormir. Brian refunfuñó pero, después de que Jacob le prometiera dar una vuelta en la moto esta semana, se fue a dormir conforme.
Los adultos fuimos al salón y nos sentamos en el sofá. Paul encendió el televisor y se acomodó reposando los pies en la mesa auxiliar. Rakel iba a comenzar hablar pero antes le dio una mirada a Paul, la cual entendió a la primera y bajó los pies al suelo, Rakel asintió y comenzó hablar.

- Y bien, Jake, cuéntanos. ¿Cómo conociste a Lluna? – Preguntó chismosa.

- Pues me mudé con los Cullen a España y ahí la conocí.

- ¿Nada más? –Quiso fisgonear Rakel.

- Nada más, jugó el destino y nos unió. – Respondió tajante. - ¿Qué novedades hay en la manada?- Preguntó, cambiando de tema.

Rakel, por lo que intuía, era una cotilla pero, ella ya bien sabía que, aunque siguiera presionando a Jacob, no le iba a contar nada más. Así que, como buena chismosa contó las nuevas noticias a su hermano.

Comenzó a contarle un montón de historietas de todo el poblado. De algunas no tenía ni idea de lo que estaba hablando, pues no conocía a esas personas, otras sí que presté más atención dado que las conocía de la saga. Algunos de la manada ya no vivían en la reserva, por motivos de trabajo y estudio se fueron a vivir a las afueras. Jared y Kim hacía pocos días que habían sido papas de su tercer hijo, mañana sería la presentación en público del pequeño. Embry estaba saliendo con una chica hacía varios años y recientemente se quedó embarazada. Paul murmuró algo intraducible cuando Rakel dijo esto último.

- ¡Vaya! –exclamó Jacob- La Push se ha repoblado en estos últimos años. ¿Sam y Emily ya son padres también? La última vez que estuve por aquí lo estaban deseando.

- No, no pueden tener hijos. –Dijo Paul sin apartar la vista del televisor. Rakel, como buena cotilla que era, dio una respuesta más entrada en detalle.

- Emily se quedó embarazada hace ya tiempo, hubo complicaciones en el parto y el bebe murió. Los médicos dicen que si vuelve a quedar embarazada pueden haber complicaciones más graves y morir ella también.

- Lo deben de haber pasado realmente mal. – Respondió Jacob entristecido.

- Pues la verdad es que sí que lo pasaron muy mal y, si no te hubieras marchado con el rabo entre las patas, lo habrías sabido y vivido como todos los demás. – Le atacó Paul.

Jacob dio una mirada envenenada que traspasó la cabeza de Rakel y fue a parar a Paul. Agarré bien fuerte la mano temblorosa de Jacob y lo acerqué más a mi lado. No quería volver a ver una pelea hoy, ya había tenido suficiente esta tarde.
La tensión flotaba por el aire, ahora entendía el dicho de que se podía cortar con un cuchillo. El silencio trascurrió unos largos e inquietantes minutos, escuchando sólo las voces que salían del televisor. Jacob suspiró y comenzó a hablar relajado.

- ¿Quil y Claire ya están juntos?

- No, todavía no le ha contado nada a ella. – Le respondió Rakel.

- ¿Por qué? – Preguntó intrigado y extrañado. Yo tampoco lo entendía.

- No quiere contarle nada, es muy pequeña todavía, sólo tiene 15 años recién cumplidos.

- Pero… ella puede enterarse por si sola. –Dije tímidamente, todos se me quedaron mirando. –Si lee o escucha hablar sobre Crepúsculo…

- ¡Tú también los has leído! –Gritó enfadado Paul, levantándose nervioso del sofá. – Seguro que eres una de esas fans alocadas. Pues que sepas que esos libros deberían ser prohibidos en todo el mundo, como los han sido aquí por invadir la privacidad de tantas personas de esta reserva.

Rakel miró a su marido, con miedo de lo que pudiera hacer o seguir diciendo. Jacob soltó mi mano y cerró su puño en un temblor, preparado para arremeterle a Paul que me miraba expectante de que dijera algo. Siguió mirándome durante un rato, no sabía cómo defenderme de sus ataques.

- ¿Y te gustan, verdad? ¿te gustan todas las historias que cuentan? –Me preguntó con malicia. –Y los alabas, los adoras después de saber que todo lo que cuentan es cierto, después de saber todo los que os están haciendo pasar por culpa de ellos, los…

Jacob se levantó de un salto del sofá, se irguió delante de Paul y le agarró la camiseta por la pechera. Paul intentó desprenderse del agarre, como no pudo, levantó el puño para remeterle. Fue a darle un puñetazo en la cara pero Jacob fue rápido y se agachó, cuando se volvió a erguir le dio bien fuerte con los nudillos en todo el mentón, tirándolo al suelo. El ruido del golpe fue estremecedor, parecía que habían chocado dos piezas de hierro. Rakel y yo dimos un pequeño grito y las dos fuimos corriendo en busca de nuestros amados para calmarlos. Rakel se tiró con Paul al suelo y le sujetaba la cara mientras le limpiaba la sangre de la boca. Paul no dejaba de convulsionar muy fuerte, todo su cuerpo temblaba. Yo intentaba hacer que Jacob me mirara para apartar la vista de Paul e intentar conseguir que se calmara. Lo estaba consiguiendo cuando escuché que Paul se levantaba, Jacob me hizo a un lado empujándome por los hombros justo antes de que se Paul se tirara encima de él. Los dos cayeron encima del sofá, rompiéndose algunas maderas de éste. Comenzaron a darse de puñetazos en la cara y en el abdomen. Iba a ir a separarlos pero Rakel me lo impidió cogiéndome de los brazos. Llorando comencé a llamarlo y a gritarle que parara. Cuando logré llamar su atención y conseguí que me mirara Paul hizo una jugarreta sucia y aprovechó su despiste para darle un rodillazo en el estomago. Jacob cayó al suelo faltándole el aire. Logré zafarme de los brazos de Rakel y fui con Jacob que no paraba de convulsionar e intentar ponerse en pie. Rakel paró a Paul que se estaba preparando para arremeter otra vez contra Jacob.

- ¡Por favor, parad! –Ordenó Rakel- Es muy tarde y los niños están durmiendo. Podemos hablar y solucionar las cosas como personas civilizadas.

- Yo no tengo nada que hablar con éste. –Escupió Paul.

Jacob le miró con odio y se puso en pie tragándose un grito de dolor mientras se sujetaba las costillas con una mano y me agarraba por la cintura con la otra. Sin decir nada me arrastró a la salida, sólo tuve tiempo de poder coger el bolso y la chaqueta que estaba en la entrada.

Fue hasta la moto y la encendió de una patada. Cuando terminé de ponerme la chaqueta y el bolso me pasó un casco que había debajo del asiento. Nada más ajustármelo, bruscamente me cogió del brazo y me obligó a sentarme. Dando un gran acelerón salimos del jardín, la moto dio un salto cuando bajó el bordillo hasta tocar el asfalto. Giró el manillar para poner rumbo a casa de los Clearwater, tuve que cogerme bien fuerte para no caerme.

En un abrir y cerrar de ojos ya habíamos llegado, y no sólo porque estábamos cerca, sino porque habíamos ido a todo lo que daba la moto. Aparcó junto al coche que habíamos alquilado y apagó el motor. Toda la moto temblaba y no era por el motor, pues ya estaba apagado, el que la hacía temblar era Jacob que convulsionaba y cogía fuertemente el manillar.

Me quité el casco. Dejé la frente apoyada en su espalda y acaricié sus brazos deseando que ese gesto funcionara para tranquilizarlo. Pasaron unos largos minutos hasta que su cuerpo dejó de temblar. En todo el rato no dejé de pensar en lo que había pasado en la cena. Toda la pelea que tuvieron Jacob y Paul fue por mi culpa; si no hubiera sido tan bocazas, si hubiera pensado las cosas antes de hablar, nada de eso hubiera sucedido.

Cuando quise darme cuenta estaba sollozando. Jacob se bajó de la moto y me ayudó a bajarme también. Limpió mis lágrimas, cogió mis manos y las entrelazó junto las suyas, pegándolas a su pecho.

- Siento mucho como ha terminado la noche. –Dijo en tono de disculpa.

- Toda la culpa ha sido mía. –Le dije con un nudo en la garganta.

- Tú no tienes la culpa, el culpable ha sido Paul y su mal genio.

- Pero si no hubiera dicho nada, si no hubiera hablado de…

- Tú puedes hablar de lo que quieras, puedes hacer lo que te venga en gana, como si quieres ponerte a leer Crepúsculo por un megáfono en medio de la Push, bueno, quizá eso último no, eso ya sería pasarse. Lo que quiero decir es que nadie tiene que decirte lo que debes y no debes hacer. –Intentó hacerme sonreír pero no lo consiguió.

- Si yo hubiera sabido todo lo que escondían esos libros detrás, no los hubiera leído jamás. – Le dije defendiéndome de los ataques de Paul. Él ahora no estaba pero quería que Jacob lo supiera, quizá él también pensaba lo mismo.

- Si no hubieras leído los libros no habrías pensado en mí. Gracias a eso te pudo ver Alice, gracias a eso estamos juntos.

- Pero esos libros han hecho mucho daño. Los Cullen tienen que estar huyendo, nosotros tenemos que estar escondiéndonos para que no nos maten. –Le dije derrumbándome en su pecho a llorar al escuchar la verdad de mis palabras.

Comenzó acariciar mi pelo para que me tranquilizara. Sentí como le temblaban las manos y las cerraba en sus puños para esconder los temblores. Bajó su mirada para encontrarse con la mía nublada por culpa de las lágrimas. Me besó una y otra vez, haciéndome olvidar porque estaba llorando. Limpió con sus labios las lágrimas que quedaban en mi rostro. Cogió mi cara con sus dos grandes manos y me miró fijamente a los ojos.

- Prefiero estar toda una vida escondiéndome de esos indeseables antes que estar sin ti. – Dijo con voz dulce, acercándome de nuevo a sus labios y besándolos dulcemente como antes.

Una fina capa de lluvia comenzó a caer encima de nosotros, fuimos a refugiarnos debajo del porche y a seguir con la sesión de besos. El sabor de su saliva en mi boca me dejó aturdida, sus manos subiendo y bajando por mi espalda y los muslos me hicieron olvidar todo lo que había ocurrido horas atrás. Sus caricias y el agradable sonido y olor de la lluvia me estaban dejando muy relajada. No me di cuenta que había dejado de besarme hasta que le escuché como se le escapaba la risa por la nariz, abrí los ojos y vi que me miraba divertido.

- Vámonos a dormir, es muy tarde y hoy ha sido un día muy largo. – Dijo cogiendo mi mano y abriendo la puerta de casa, encontrándonos con el desorden que nos esperaba dentro.

- Antes deberíamos de recoger un poco esto.

- ¡Ah, no! No pienso limpiar nada de este desastre. Que lo recoja Seth.

- ¡Va, venga! No seas así. Vamos a estar toda una semana viviendo aquí por la cara, al menos se lo podríamos agradecer cooperando un poco en la limpieza. – Iba a rechistar pero le puse ojitos y no pudo negarse.

- Está bien, –Dijo en tono de rendición.- pero Seth también tendrá que ayudar a limpiar una parte y… mira que suerte que hemos tenido, ya llega.

Jacob abrió de par en par la puerta y salió a fuera, quedándose parado en las escaleras del porche, mojándose por la cortina de agua que ya no era tan fina. Me asomé a mirar y no vi a nadie, pocos segundos después unas luces de una furgoneta iluminaron la carretera y aparcó detrás de nuestro coche. El conductor se quedó mirando sólo un segundo a Jacob y salió corriendo en su busca, recibiéndolo con un gran abrazo y un grito de alegría. El recién llegado comenzó hablar muy deprisa, atropellando las palabras por la emoción mientras saltaba encima de Jacob. Éste tuvo que cogerse a la barandilla para no caerse y le pidió que se calmara. Seth no paraba de reírse por la alegría. Algo en él llamó su atención parando de reír de golpe. Jacob vino donde yo estaba, sacudiendo la cabeza para quitarse el agua del pelo, me cogió por la cintura y me arrimó a su pecho. Seth subió los cuatro peldaños del porche que nos separaban y quedó parado debajo de la luz, mirándome con una sonrisa pilla. Seth para nada era aquel niño que me había imaginado, era todo un hombre hecho y derecho y bien apuesto.

- ¿Es tu novia? – Le preguntó divertido a Jacob.

- Bueno, en realidad ella es más que eso, es mi imprenta. – Le dijo con satisfacción.
Seth dio un respingo al escuchar la respuesta y comenzó a reírse mientras golpeaba a Jacob en el hombro.

- ¡Qué alegría, tío! –exclamó y tendió su mano en mi dirección- Yo soy Seth Clearwater.

Alargué el brazo y junte mi mano con la suya. Le miré sonriente a sus ojos castaños claros que contrastaban perfectamente con su piel morena. Así me quedé atontada mirándolo un buen rato hasta que Jacob habló por mí.

- Lluna, ella se llama Lluna.

Avergonzada solté su mano y bajé la mirada, escondiendo el sonrojo de mis mejillas y rezando por que comenzaran hablar de otra cosa, cosa que tardó en suceder.

- Tu madre nos ha dicho que nos quedemos a dormir aquí. – Dijo Jacob rompiendo el largo silencio. - ¿Seth, me has escuchado?- Le preguntó al ver que no contestaba.
Miré a Seth y vi que me miraba de la misma forma que yo antes me había quedado observándolo. Al cruzarse nuestras miradas sonrió tímidamente y giró a ver a Jacob.

- Sí, sí –afirmó y se quedó pensando un momento- ¿Qué me habías dicho?

- Nos quedaremos en tu casa estos días.

- Si es que no hay ningún inconveniente. –Interrumpí. No me sentía muy bien con la idea de vivir unos días en casa de un desconocido y sin su consentimiento.

- ¡Claro, no hay ningún problema! –dijo ilusionado- Nos lo pasaremos muy bien los tres juntos. -Algo pasó por su mente que le hizo cambiar por completo su semblante- Perdonad un momento, tengo que recoger unas cosas.

Seth salió disparado dentro de la casa, dejándonos a nosotros dos con cara de pasmados fuera en el porche. Entramos dentro y lo vimos estresado ordenando ese desastre.

- Espera, que te ayudamos. –Le dije mientras recogía una caja de pizza del suelo.

- No, no hace falta. –Dijo avergonzado.- Ya lo recojo en un momento.

- ¿En un momento? –Le preguntó incrédulo Jacob.- Tío, cuando termines de recoger esto se habrá hecho de día, ¿quieres que se congele Lluna allí fuera?

- No –dijo ofendido- Podéis pasar a dormir, yo recogeré esto sin hacer ruido.

- Está bien, -contestó Jacob conforme- buenas noches, que no te canses.

- ¡Jacob! –le regañé y me dirigí a Seth- Déjanos ayudarte, me sentiría mejor, será nuestra forma de agradecerte tu hospitalidad.

- En realidad, se lo tenemos que agradecer a Sue. –Intervino Jacob por lo bajini.
Le di una mirada envenenada por su comentario, Jacob rodó los ojos y Seth se rió por nuestra actuación.

- Está bien –dijo Seth con tono de rendición- vamos a limpiar todo esto antes de que sea más tarde.

Jacob fue a limpiar la cocina, Seth el baño y recoger la ropa que había tirada y yo comencé a tirar en una bolsa toda la basura que había esparcida por la casa. Llené 5 o 6 bolsas con cajas de pizza vacías, refrescos, botellines de cerveza… Cuando el suelo quedó más o menos despejado cogí la escoba y comencé a barrer. Seth regresó de limpiar el baño y cogió un trapo para limpiar el polvo de los muebles. Cuando Jacob terminó de limpiar la cocina vino con nosotros al comedor, le pedí ayuda para retirar el sofá y barrer debajo. Allí escondido había un montón más de basura, cogí el rollo de bolsas de basura para coger una de nueva, las otras ya estaban llenas a rebosar. Jacob se agachó a recoger las cosas del suelo mientras yo le sujetaba la bolsa para que las tirara. Comenzó a reírse a grandes carcajadas y se puso en pie.

- Seth, ¿de quién es esto? – Le dijo en mofa tirándole un objeto. Cuando lo cogió vi que era un sujetador de color negro.

Se quedó mirándolo un rato, levantándolo en el aire para verlo mejor.

- Pues la verdad es que no se de quién es, hace tiempo que no me lio con una tía con las tetas tan pequeñas. –Se quedó pensando un momento, juntando su entrecejo y con una sonrisa pilla añadió- ¡ah sí, creo que ya se de quién es! Lluna, abre la bolsa que hago básquet.

- ¿No se lo vas a devolver? –le pregunté. Seth se quedó pensando.

- Es que muy bien no me acuerdo si es de esa o de otra, sabes que, mejor lo tiramos.

Me encogí de hombros y abrí la bolsa, Seth hizo canasta a grito de “básquet”.

Media hora más tarde terminamos de limpiar, Jacob y yo nos sentamos en el sofá esperando que Seth regresara de tirar la basura. En los pocos minutos que estuve sentada me vino encima todo el cansancio del día; el vuelo larguísimo, la emoción de conocer a todas aquellas personas y lugares, ver cuatro lobos gigantescos y el miedo que pasé al pensar que se estaban peleando, la discusión con Paul, la limpieza… Demasiadas cosas para un solo día. Mis bostezos no se hicieron de esperar, contagiándoselos a Jacob.

- Creo que me voy ya a dormir. –Les dije, haciendo un esfuerzo por mantener los ojos abiertos.

Jacob se puso en pie y se desperezó. Fuimos a la habitación, le deseamos buenas noches a Seth que se fue también a dormir a su habitación que estaba en el fondo del pasillo. Me puse el pijama de verano compuesto por un short y una camiseta de tirantes, durmiendo con Jacob no necesitaba más ropa, es más, con el calor que desprendía me sobraba. El pijama que llevaba puesto Jacob me encantaba, compuesto sólo por los bóxers negros que llevaba hoy puestos, un orgasmo para mi vista, que era el único orgasmo que iba a tener hoy, estaba súper cansada. Destapé las sabanas y los dos nos sentamos a la vez en la cama, crujiendo los muelles estrepitosamente. Jacob sopló, yo me tumbé, ya no me quedaban más fuerzas. Fue a levantarse pero se lo impedí, le dije que ya lo arreglaría mañana, la idea le pareció bien y, con cuidado de que no crujieran muchos los hierros y se pudiera romper la cama, se tumbó a mi lado. Me recosté en su pecho, suspiré de cansancio. Cuando levanté la cabeza para darle un beso de buenas noches Jacob ya se me había adelantado y se había quedado dormido. Cómo no quería que me llevara mucha ventaja volví a recostarme y, deprisa, me dormí.



25 comentarios:

  1. HOLA!!!!!!!!!! Espero leer algún comentario para saber si hay todavía algún seguidor/a. BeSos enormes. Áuryn

    PD: No se que c.... pasa en el chat del blog, me cago en la publicidad. Si alguien sabe la solución para que no me den más por c... porfis, quiero que me lo digan.
    PD2: No me deja poner mi perfil, maldito blogspot, pero de verdad, soy yo.

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  2. Me encanto me lo leí enseguida! Espero que hallas disfrutado tus vacaciones.

    Blogger últimamente anda con algunos problemas así que no te preocupes.

    Beso enorme ^^

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  3. es una genialidad la historia!!!!!
    me encanta tu blog
    te sigo :)
    besos

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  4. BIENVENIDAA!!!!!!!! Que alegria saber de ti Auryn.. me ha encantado la historia... me transportaste a la PUSH..igual quede super enganchada con esa actitud de Seth.. no me digas que vas a ser un triangulo!!! O-o
    Cariños
    Angeles

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  5. Me encanto el capiiii¡¡¡¡¡, y Seth tambien se imprimio de ella? porque parecia atontado. NO ME PIENSO PERDER EL SIGUIENTE, ESCRIBELO PRONTO PORFAAA

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  6. Graacias por todos los comentarios. Espero actualizar pronto. Y Seth... mmmmm... habrá grandes sorpresas con este chico.

    Sus quiero a todas!!!!!!!!! BeSoS

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  7. me encanto el capitulo! espero que actualices pronto

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  8. Hola!!!!!! zoi nueva en tu blog i dejame decir k me enkanta lo k haces!!!!!!!!!! wow estoi zuper enganchada kon la historia xD .......

    Y wow seth .......... sigue asi ....espero kon ansias el siguiente kapitulo!!!!!!!!!

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  9. hola amor!
    q ganas de leer este capítulo!! me ha encantado!!
    te echaba muxo de menos.... pero ya stas otra vez aki :):)
    espero poder el proximo pronto!
    T'estimuuuuuuuuuu

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  10. Hola! Test en mi blog :) http://letrasdehieloyfuego21.blogspot.com/2011/08/test.html
    T'estimuuu

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  11. Por favor publica,o dinos la fecha en que actualizaras c:

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  12. hola!!! se sabe ya fecha de la proxima publicacion????!

    niña, nos tienes en vilo!!!!! espero que nos informes un pokito a tus fans JAJAJA

    un saludo!

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  13. mi niña querida. Un capi especial, espectacular. Me ha encantado y emocionado un poco. No cambies nunca. Estoy enganchadisima a la historia. no me olvido de ti.

    saludis tu querida vampiresa

    pd: pasate: vampiresabruji.blogspot.com

    tengo capis nuevos de mi historia. Capi 30 y 31 de los guerreros de la luz. No se por cual te quedarias antes pero te recomiendo que sigas leyendo por donde te quedaste

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  14. se em olvido comentarte también que tengop entradas nuevas en mi blog, lo he cambiado porque dentro de poco mi blog hace 1 añico. que feliz estoy.

    musicas vampirescas: en donde pondre canciones en ingles y español que me gustan

    mi opinion sobre: pondre opiniones de libros que este leyendo o que haya leído

    espero que pronto soluciones todo esto. veo que el chat no quiere irte, yo no se solucionar eso pero lo unico que te puedo decir es que lo vuelvas a poner nuevo.

    si tienes dudas o preguntas ya sabes: al chat de mi blog o blacky_85_@hotmail.com, mi dire.

    saludis vampi.

    PD: Te hecho mucho de menos. Hace mucho que no estas en la blogosfera. Hecho de menos tus comentarios en mi historia los guerreros de la luz. Sabes que te quiero mucho Besotes miiiiil

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  15. tengo nuevas entradas en mi blog.
    pasate: vampiresabruji.blogspot.com

    saludis vampi

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  16. por fin os desvelo esa intriga. espero que os arda el cuerpo y tengais mucho fueeeegoooooooo!!!!!!!!

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  17. por fin capi los guerreros de la luz. A leeeer!!!!!

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  18. Holaaaa!!!!! te invito a que pases porr mi nuevo blog: vampi-los guerreros de la luz, solo es de la historia. saludis vampi

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  19. Dos años en el mundo blogger!! Gracias por estar conmigo :) http://letrasdehieloyfuego21.blogspot.com/2011/11/2-anos.html

    Capítulo 1 de Así es la Vida http://letrasdehieloyfuego21.blogspot.com/2011/11/asi-es-la-vida-capitulo-1.html

    Capítulo 22 de Solos tu & yo http://letrasdehieloyfuego21.blogspot.com/2011/11/solos-tu-yo-capitulo-22.html

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  20. Manteniendo vigente mi cuenta.. como tas Auryn?

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  21. Hola holitaaa!!!!!!!

    Tengo nuevo blog: http://homicidiosenbrooklin.blogspot.com/ pasate cuando puedas o quieras.

    Saludis vampi

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  22. me encanta esta historia y espero que subas otro nuevo capitulo ya se te extraña espero que estes bien y que subas pronto ha! por cierto FELIZ AÑO 2012 =)

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  23. ola q paso con los demas capitulossss estoy muy curiosa por saber q pasara jejejjeeje saludos

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  24. Capítulo 1 de "Una nueva vida sin recuerdos" http://letrasdehieloyfuego21.blogspot.com/2012/02/una-nueva-vida-sin-recuerdos-capitulo-1.html

    Capítulo 4 de "Así es la vida" http://letrasdehieloyfuego21.blogspot.com/2012/02/asi-es-la-vida-capitulo-4.html

    Capítulo 27 de "Solos tú&yo" http://letrasdehieloyfuego21.blogspot.com/2012/02/solos-tu-yo-capitulo-27.html

    "Otros" nuevo poema http://letrasdehieloyfuego21.blogspot.com/2012/02/otros-poemas.html

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