Dormí fatal esta noche, no paraba de darle vueltas a la cabeza. Si ayer, mi mayor preocupación era causar buena presencia a los Cullen, hoy me importaba bien poco lo que pensaran. Ayer quería resolver todas las dudas que tenía en mi cabeza, pero hoy, hoy todo era diferente. Lo único que deseaba era volver a ver la luz en la mirada de Jacob, esa sonrisa que me robaba el aliento y su risa contagiosa, imposible de borrar de la cabeza. Quería saber qué era lo que le preocupaba, cuál era el problema, y poder ayudarle a solucionarlo. Pero cuando le pregunté hace un momento, cuando me vino a recoger a casa para acompañarme al trabajo, la única respuesta que obtuve fue un “nada” y un beso que mandó de nuevo punzadas de dolor a mi corazón. Llegamos a la oficina muy temprano –no porque Jacob condujera muy deprisa, si no porque hoy había salido antes de casa para poder estar más rato con él –, fuimos a la cafetería de enfrente de la oficina, esperando que fuera la hora de irme a trabajar. Pedí un café con leche para conseguir despejarme y centrarme en el largo día de trabajo que estaba por venir, Jacob se pidió un zumo de naranja y pagó la cuenta. Nos sentamos en un incómodo silencio, esperando que alguno de los dos comenzara a hablar. No sabía que decirle, lo único que quería era preguntarle qué le ocurría, pero antes no había recibido ninguna respuesta convincente cuando estábamos solos y, ahora, en un lugar público, tampoco me lo iba a contar.
- ¿Tienes mucho trabajo hoy? – Preguntó Jacob rompiendo el silencio.
- Supongo, los lunes tengo que repartirme toda la faena de la semana, terminar de hacer las tareas pendientes de la semana pasada, y creo que Mariano me tendrá preparado algún informe sorpresa. ¿Tú qué vas hacer?
- No lo sé, ¿conoces a ese chico?- Dijo haciendo un gesto con la cabeza a la ventana que daba a la calle.
Miré donde me indicaba y vi a Lucas en la entrada de la oficina mirándonos con la boca abierta y los ojos como platos. Seguro que estaba alucinando con la imagen que estaba viendo: yo sentada con un chico guapísimo. Si hace una semana me hubieran dicho esto, yo también estaría alucinando. Me quedé mirando a Lucas y le saqué la lengua para que dejara de ser tan cotilla, podría ser un poco más discreto, estaba desnudando a Jacob con los ojos. Miré la hora en el móvil, era la hora de entrar a trabajar. Jacob miraba a Lucas con los ojos entrecerrados, con odio, ¿acaso estaba celoso?
- Ese chico es Lucas, mi compañero de trabajo. – Cuando le dije esto por su actitud comprobé mis sospechas. - ¿Estás celoso de Lucas?
- Tengo celos porque él ahora va a estar contigo y yo no, tampoco me gusta la manera en que te mira.
- Me parece que te has confundido con la persona a la que mira.
- Estaba mirando en esta dirección, en la mesa donde estamos sentados tú y yo. – Dijo señalándonos.
- Te estaba mirando a ti. –Jacob no entendía lo que le estaba diciendo- Es difícil no fijarse en un chico tan guapo como tú.
- No entiendo, que tengo que ver yo en… ¡ah, woh! –Jacob entendió que a quien miraba era a él y el porqué.
Me levanté y le dije a un Jacob sonrojado que me iba a trabajar, él me acompañó a la entrada del trabajo, Lucas me esperaba apoyado en la puerta.
- ¿Me vendrás a buscar luego? – Le pregunté a Jacob antes de despedirnos.
- Claro que sí, te he traído a trabajar y luego te vendré a buscar. – Respondió chistoso por lo absurda que fue mi pregunta.
Nos despedimos dándonos un beso suave que se volvió desesperado, ninguno de los dos deseaba alejarse, otra vez volví a sentir ese dolor. Mi móvil comenzó a vibrar en el bolsillo, miré quien llamaba y era Lucas, le eché un vistazo a Lucas y me miraba con las cejas alzadas, en sus labios pude leer el nombre de Mariano. Cuando me giré a Jacob, vi a Mariano parado a solo unos metros.
- Buenos días, Lluna es hora de entrar, hay mucho trabajo que hacer. – Dijo Mariano irritado. Dándonos la espalda entró a la oficina.
- Jacob, tengo que entrar, si no Mariano me va a llamar la atención. – La voz se me quebró, me dolía muchísimo despedirnos.
Le di un beso fugaz y me di media vuelta, saludé a Lucas con dos besos y en mi oído preguntó por el chico, exactamente dijo “¿Quién es ese bombón que te acompaña?”, pude ver como Jacob se giraba y me miraba sonrojado, seguro que había escuchado a Lucas, nos dijimos adiós con las manos y se metió en su coche. Lucas y yo entramos a la oficina.
- Lluna, cuéntame todo sobre ese moreno. –Preguntó Lucas emocionado.
- Te lo contaré a la hora de comer, no quiero que me vuela a reprochar nada Mariano. –Me encantaba dejar a Lucas con la intriga, eso le pasaba por ser tan cotilla. Entró en su despacho haciendo pucheros.
Fui a mi escritorio a organizarme las tareas y hacer las que tenía pendientes; como no, tuve que dejar lo que estaba haciendo a media mañana por un informe urgente que me mandó Mariano. Estaba demasiado metida en mis pensamientos para comenzar una pelea con él, no paraba de pensar en Jacob y que era lo que le preocupaba.
Llegó la hora de comer y el interrogatorio de Lucas; quién es, dónde, cuándo y cómo lo has conocido… Muchas respuestas no se las pude contestar porque ni siquiera yo sabía las respuestas. ¿Qué relación manteníamos? No lo sé. ¿Planes de futuro? No lo sé, ni siquiera conozco su pasado, sólo sé el presente.
Por fin terminó el día de trabajo, estaba impaciente por ver a Jacob. Cuando salí de la oficina él estaba apoyado en el coche dándome la bienvenida con los brazos abiertos, nos fundimos en un gran abrazo, ¡cómo había echado en falta ese calor durante todo el día! Busqué sus labios para darnos un beso pero, sutilmente, se apartó abriéndome la puerta del copiloto. Su mirada estaba más triste que esta mañana, un dolor enorme atravesó todo mi cuerpo impidiéndome respirar bien.
Nos montamos en el coche y otra vez estuvimos en un incómodo silencio. Jacob me preguntó por mi día, le di una respuesta reducida, no me apetecía llenar un silencio con conversaciones tontas y que no venían al caso con la situación. Salimos de la ciudad y fuimos por la carretera del norte a unos 20 Km, no le pregunté donde íbamos, no me importaba si estaba con él. Lo único que me importaba era su decaída actitud.
Salimos por un camino no señalizado y mal asfaltado, dejó el coche aparcado en la cuneta y salió sin decirme nada. Comenzó a caminar en círculos muy nervioso, con las manos cerradas en los puños y la mirada perdida en el cielo de la tarde, como esperando una señal. Estaba impaciente, me debatía entre salir del coche o no, me decanté por darle espacio y quedarme esperando. Después de un rato, abrió mi puerta.
- ¿Quieres que demos una vuelta y hablamos? – Me preguntó nervioso.
- No quiero que hablemos, quiero que me cuentes qué te pasa, me tienes muy preocupada.
- Vamos.
No dijo nada más, salí del coche, me cogió de la mano y estiró de mí hacia el bosque. Andamos campo a través, el suelo estaba cubierto de hojas secas haciendo nuestro avance muy escandaloso. Casi no podía ver por donde andaba, la tarde estaba cayendo y la arboleda no dejaba entrar la poca luz que quedaba del día. Estaba asustada, tenía miedo, Jacob estiraba de mi mano haciéndome daño, yo no podía correr más con tacones y andando por el bosque. Tropecé con una raíz de un árbol que estaba camuflada entre las hojas, casi caigo de rodillas al suelo de no ser por los fuertes brazos de Jacob que me sujetaron. Quedé colgada, Jacob con suavidad me dejó en el suelo, recuperando el aliento. El dolor del pecho cada vez apretaba más haciendo complicar mi respiración.
- ¿Te encuentras bien, Lluna? – Preguntó Jacob alarmado por mi irregular respiración y mis sollozos.
- ¡No! – Dije en un grito, vi como le temblaban las manos, me arrepentí por haberle contestado así y escondí la cabeza entre las piernas para continuar hablando - No estoy bien, estoy asustada – Hice una pausa para coger aire-. No sé dónde vamos, ni para qué me has traído a este bosque.
- Estamos aquí para darte respuestas y puedas resolver todas las dudas que tienes. – Dijo en un tono elevado que hizo asustarme más.
Por el golpe que escuché, entendí que Jacob acababa de dar un puñetazo a un árbol. Lo escuché como absorbía por la nariz, levanté la mirada y vi como las lágrimas corrían por sus mejillas igual que por las mías. No soportaba verlo así y menos por mi culpa, saqué valor y me puse en pie quedando enfrente suyo, intenté que las palabras salieran lo mas entendibles posible.
- ¿Y por qué estamos en este lugar? – Le dije con voz rota.
- Estamos aquí por si cuando te cuente la historia, no puedo controlarme y entro en fase. No quiero transformarme en un lugar público o donde pueda dañarte; si esto ocurriera aquí, iría a buscar a los Cullen para que fueran a buscarte al bosque. – Dijo limpiándome las lágrimas.
Ahora que sabía el porqué, me encontré más segura y se lo di a entender dándole un fuerte abrazo. Jacob me agarró por la cintura y las piernas y me cogió en brazos.
- ¿Quieres que continuemos? – Dijo buscando mi mirada
- Sí, por favor – Le contesté escondiéndome en su pecho. Pude sentir que su corazón bombeaba tan fuerte como el mío.
Jacob comenzó andar llevándome en sus brazos. Los últimos rayos de sol me dejaron ver un paisaje hermoso. Llegamos a un acantilado donde no se podía ver más que montañas llenas de vegetación, al fondo se podían ver como las luces de la ciudad se iban encendiendo. Jacob me dejó sentada en una piedra enorme y se distanció unos pasos.
Bufff!!!! Me ha dolido dejaros con esa intriga. ¿Qué le pasará a Jacob? ¿Le contará toda la verdad a Lluna? Siento dejaros así, pero el viernes prometo recompensaros. Saludos, besos y gracias por visitarme y seguir la historia. ¡!!!!Espero Comentarios!!!!!
ResponderEliminaráuryyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyynnnnnnnnnnnn!!!! como me dejas con esta intriga?? haber respondeme!!! joooo.. ya quiero q llegue el viernes, para saber como continua :P
ResponderEliminarme encanta como escribes, y cada dia stoy mas enganxada a tu historia!!
espero q hoy hayas pasado un estupendo lunes, y q mañana tengas un bonito martes
un besote enormeeeee^^
pd: prometo q pronto te respondo a ese correo ;D
ola olaaaa. estoy sedienta de saber +. me encanta la historia y lo bien que escribes me ha encantado, fascinado y enamorado. me encanta lo cotilla que es Lucas, es majisimo. Yo tambien estoy con la intriga. Quiero saber ya que pasa en el siguiente capítulo pero tendremos que esperar. Quiero saber que le pasa a Jacob y como se transforma si esque lo hace o que hace.
ResponderEliminarSaludikos vampiresa