viernes, 18 de febrero de 2011

12. El fatídico desenlace POV Jacob

Cuando se hizo tarde, llevé a Lluna a su casa. De camino, intenté que no notara mi tortura hablando de historias que habían pasado a lo largo del día. Llegamos a su casa y le acompañé hasta su puerta, aunque deseaba estar más rato con ella, mi corazón no lo permitía, no podía aguantar más el dolor, estaba a punto de explotar. Me despedí fugazmente de ella, le dije que mañana la pasaría a buscar para llevarla a trabajar, así recobraría el rato perdido de esta noche. Me fui saliendo a toda prisa de su casa; cuando llegué al coche, apreté el acelerador dejando toda mi ira en el asfalto por no poder controlar este dolor.

Llegué a casa y fui a la cocina a cenar. Bella me estuvo contando que le había parecido una chica muy encantadora Lluna.

- ¿Cuándo le vas a contar la verdad, Jacob?

- ¡Otra vez la maldita historia, cuando me sienta preparado le contaré todo!

- Jacob, aunque tú no estés preparado, ella se merece muchas explicaciones.

- ¿¡CREES QUE NO LO SÉ?! – Le dije gritando a Bella. Mi objetivo de hacerle feliz se estaba yendo a la mierda. Lo que le estaba produciendo era odio.

- Haz lo que quieras, Jake; haz lo que realmente te venga en gana. Pero te juro que, como vuelva a hablar de mi pasado, ofendiéndome, te juro que yo misma le contaré todo.

- ¡¡¡NO SERÁS CAPAZ DE HACER ESO!!!.

- ¡¡¡BIEN SABES QUE SOY CAPAZ DE ESO Y MÁS!!!. – Dijo saliendo a la velocidad del rayo por la puerta trasera de la cocina que daba al exterior. Fui detrás de ella pero unas manos frías no me dejaron salir por la puerta. Rosalie me impedía el paso.

- Rubia, suéltame ahora mismo. – Le dije amenazador.

- No voy a dejar que salgas hasta que no escuches lo que te tengo que decir.

- No pienso escucharte, ¡¡SUÉLTAME!!. – Le dije quitando sus apestosas manos de mi pecho.

- Haz lo que quieras, pero lo que te tengo que decir te puede interesar. Es por la seguridad de Lluna. – Lluna, seguridad, ¿estaba en peligro?

- Suelta por esa maldita boca. ¿Qué está pasando con Lluna? – Le pregunté cogiéndola por los hombros. Si sus huesos fueran normales estoy seguro que se los hubiera hecho pedazos.

- De momento no está pasando nada, pero puede pasar, y aparta esas apestosas manos de mi cuerpo. – Como podía decir esto y quedarse tan tranquila.

- Sigue hablando ya. – Le dije furioso soltándole y retrocediendo un paso.

- Para empezar, que sepas que tú y esa estúpida humana me traéis sin cuidado. Pero quiero que tengas en cuenta que trayéndola a casa la pones en peligro a ella y a toda la familia. -¿Qué?

- No entiendo nada, ¿se puede saber que pintan en la misma frase Lluna, peligro y familia?

- Está bien claro chucho, ella sabe demasiado de nuestro secreto.

- Pues claro que sabe nuestro secreto, sabe todo lo que ha leído en los libros igual que muchas jóvenes. – Idiota, es lo que tiene ser rubia, no se le puede pedir más a un cerebro donde escasea la lógica.

- Pero ellas se piensan que somos unos personajes ficticios. Los Vulturis hicieron esto para separar a nuestra familia o eliminarnos si los humanos sospechaban de nosotros. – Al escuchar ese maldito nombre me tambaleé, tuve que cogerme a la encimera para no caerme. El dolor del pecho cada vez era más insoportable.

Toda la familia Cullen se reunió en la cocina, escuchando atentamente la discusión que tenía con Rosalie, preparados para actuar si las cosas se iban de las manos. Incluso Bella había regresado.

- Rosalie, ese castigo sólo va relacionado con los Cullen; Jacob y Lluna no tienen nada que ver en esto. – Dijo Carlisle intentando poner fin al asunto.

- Cuando Jacob se unió, fue recibido como uno más de la familia, aunque no me guste aceptarlo, forma parte de esta familia y tiene que respetar las normas de los Vulturis. –Rosalie se acerco a mí con mirada de odio, Carlisle la paró.-No pienso recibir un castigo por tu culpa, no pienso permitir que destruyas esta familia.

- Rosalie, no nos pueden culpar de las acciones de Jacob. Él ha decidido compartir su vida con Lluna y, como bien has dicho, Jacob forma parte de nuestra familia. Si los Vulturis deciden tomar represalias por esto, le defenderemos tanto a él como a ella. – Le dijo en tono autoritario Carlisle. Otra vez estaban incluyendo a Lluna en la misma frase con los Vulturis. Esta vez no pude agarrarme a nada y caí al suelo por culpa del dolor del pecho.

- Vosotros sabréis qué precio queréis pagar por tener al chucho feliz, ¿pero qué precio quieres pagar tú, Jacob? - Todo, por la seguridad de Lluna todo, quise contestarle esto, pero el dolor no me dejaba hablar- Yo sólo te recuerdo el precio que le hicieron pagar a Bella por conocer nuestro secreto.


Rosalie salió hecha una furia de la cocina. Cuando se fue, mi cerebro comenzó a trabajar y a juntar todas las frases; Lluna, Vulturis, represalias, secreto, Bella. Vampiro. Si los Vulturis sabían de mi relación con Lluna y lo que ella sabía de la familia Cullen, nos darían a escoger -en el mejor de los casos- entre acabar con su vida, para que no pudiera contar nuestro secreto o convertirla en vampiro, como le pasó a Bella. Las dos únicas soluciones querían decir lo mismo, dejarla sin vida.

El pecho comenzó a dolerme más, impidiéndome respirar, me ahogaba. No sé qué pasó a continuación, lo siguiente que recuerdo fue encontrarme estirado en la cama de mi cuarto. Todo había sido una pesadilla, eso quería pensar, pero el dolor de mi pecho me recordó que todo era real. Me incorporé en la cama hiperventilando, el dolor del pecho me hacía imposible respirar. Bella entró en la habitación, alarmada por mi respiración. Intentó calmarme zarandeándome por los hombros pero no lo consiguió, me faltaba el aire, seguía muriéndome de dolor. Aparté de un manotazo a Bella y fui hacia la ventana y la abrí de par en par, tuve que apoyarme en el marco para no caer al suelo. Intenté inhalar todo el aire posible, inflando mis pulmones al máximo, pero lo único que conseguí en cada respiración fue aumentar la tortura. Bella me hizo girar hacia ella, cogiéndome la cara y obligándome a mirarle a los ojos. Su mirada era la misma de hace años atrás, la misma mirada que cuando me dio su apoyo cuando se fue Nessie. Me derrumbé en los brazos de Bella, llorando desconsoladamente, ella me sujetó y me acompañó a tumbarme en la cama. Seguí llorando en sus brazos, no podía parar. Ella intentaba calmarme acariciando mi pelo y limpiándome las lagrimas, pero no lo conseguía.

- ¿Tú ya habías pensado esto verdad? – Le pregunté entre el llanto.

- Sí, desde que conozco de la existencia de Lluna.

- ¿Por qué no me lo dijiste?, hubiera sido innecesario todo el dolor que estoy pasando.

- ¿Te arrepientes de haber conocido a Lluna?

- No, nunca. – Los momentos felices que había pasado con ella no los borraría de mi memoria jamás.

- Las cosas no tienen que suceder como las ha contado Rosalie, ya sabes que ella siempre se pone en el peor de los casos, sólo intenta protegernos de los Vulturis.

- Pero puede suceder.

- No te lo voy a negar.

- No quiero poner la vida de nadie en peligro. Lo mejor que puedo hacer es dejar a Lluna.

- ¡No puedes hacer eso!, mira cómo estás. No quiero volver a verte así otra vez, ya he vivido esto.

- Pues lo siento mucho Bella, pero es lo mejor para Lluna y para esta familia.

- ¿Y para ti?, ¿qué es lo mejor para ti?

Lo mejor para mí sería morirme ahora mismo, aunque estaba comenzando a morir por el dolor del pecho, sabía que no era suficiente para dejar de vivir.

- Lo mejor es que nos vayamos lo antes posible de aquí. Mañana le diré a Lluna que me marcho y que nunca más nos volveremos a ver.

Comencé a hiperventilar con sólo pensar en la idea de no ver más a mi ángel. La habitación comenzó a dar vueltas. Me senté en el borde de la cama para ver si así se estabilizaba la habitación, quise levantarme para ir al baño a lavarme la cara pero, cuando me puse en pie, me mareé y caí al suelo o a los brazos de Bella, los dos eran igual de duros. Volví a despertar en la cama, pero esta vez toda la familia Cullen estaba a mí alrededor. Carlisle tomaba mi tensión.

- Tranquilo, Jacob, estás bien, sólo has tenido un desmayo producido por una crisis de pánico.

Todos los vampiros me miraban con cara de preocupación, hasta Rosalie. Carlisle me había dicho que estaba bien, pero yo sabía que no era cierto, el dolor del pecho me estaba matando.

- Jacob, dime qué quieres hacer; tomes la decisión que tomes, te apoyaremos. Pero piénsatela bien, no hay prisa.

- Sí que hay prisa Carlisle, cuanto más tiempo estemos aquí, más peligroso será para Lluna y tu familia, tengo que terminar con esto lo antes posible. – Le dije cogiéndome las piernas con los brazos, apretando con las rodillas el pecho, pero no conseguí aliviar el dolor.

- Como tú quieras, Jacob, pero no quiero que tomes decisiones precipitadas, piénsatelo bien. Y ahora, salgamos todos de la habitación, Jacob necesita descansar.

Los Cullen comenzaron a salir por la puerta con la cabeza gacha, cogí a Bella para que no se fuera, no quería quedarme solo aunque mi corazón se sentía así. La abracé fuerte y ella me abrazó igual. Por mis ojos no salían más lagrimas, las había dejado marchar antes.

- Jacob, las cosas no tienen porqué ir así. Mírame a mí, no me va tan mal.

- ¿Qué estas intentando insinuarme?

- Si Lluna fuera convertida, los Vulturis no le podrían hacer nada.

- Matarla y convertirla en vampiro, para mí significa lo mismo. Muerte. Ya estuve imprimado una vez con un medio vampiro y la cosa no funcionó.

- Y, ¿qué vas hacer?

- Dejarla, es lo único que puedo hacer por el bien de todos.

- ¿Y el tuyo?

- El mío no importa, ya sé lo que es vivir así.

Volveré a ser un zombi, pero esta vez será diferente. Sabré que lo hago por el bien de alguien, por mantener a Lluna a salvo.

- ¿Cuándo se lo vas a decir? –Notaba que la voz de Bella se iba apagando igual que la mía.

- No lo sé, no tengo ni idea. Le dejaré una carta explicándole que me tengo que ir y que por su bien nunca más nos volveremos a ver.

- Lluna te quiere mucho, creo que se merece que le cuentes la verdad. Lo va a pasar muy mal.

- Lo sé.


Me acurruqué en el estomago de Bella, dejé mi mente en blanco, tenía que acostumbrarme a volver a vivir como un zombie. Contaba como pasaban los minutos en el despertador de la mesita. Bella estuvo conmigo todo el rato sin decir ninguna palabra. Era como tiempo atrás, cuando ella me daba todo su apoyo sin recibir nada a cambio por mi parte.


Cuando comenzó a despertarse la mañana, fui al baño y me duché. Me miré en el espejo y otra vez volví a ver aquel hombre que recordaba perfectamente y hacía días que no veía. Me vestí y salí fuera del baño donde seguía Bella sentada en la cama. Había vuelto al pasado, cuando estaba en la etapa suicida y Bella no se separaba de mí. Esta vez iba ser diferente, no pensaba hacerle sufrir a Bella, ya había padecido demasiado por mi culpa.

- Bella, me tengo que ir, ayer quedé con Lluna para llevarla a trabajar.

- ¿Cuándo hablarás con ella?

- Esta tarde, cuando salga de trabajar le contaré toda la verdad, se lo merece, ya le he estado escondiendo demasiadas cosas.

- Le vas hacer mucho daño, Jake. Sé que tú también estas sufriendo pero ella también va a sufrir, te lo digo por experiencia, bueno, tu mejor que nadie sabes lo que pasé cuando Edward se fue, cuando era humana, mis recuerdos son un poco borrosos.

De sólo recordar aquellos momentos e imaginarme a Lluna en la misma situación que estuvo Bella, me rompió aún más el corazón. Tenía que acostúmbrame a este dolor y a vivir sin aire, todo volvía a ser igual que antes. Pero esta vez no le haría sufrir a Bella, ya había hecho demasiado por mí, no se merecía pasar por lo mismo.

- Bella, estaré unos días fuera, necesito estar un tiempo solo.

- No voy a dejarte solo, Jake. – Dijo Bella con un abrazo protector. Me deshice de su agarre y le cogí con las manos la cara para mirarla a los ojos.

- Necesito estar solo. Tranquila, no pienso hacer nada que ponga mi vida en peligro -¿vida?, imposible, ya estaba muerto- No me busquéis, volveré dentro de unos días cuando esté más tranquilo.

- Voy a estar muy preocupada.

- No te preocupes por mí, ya he pasado por esto antes y sobreviví, - aunque esta vez era muchísimo más doloroso, yo amaba a Lluna. – Bella, cuando regrese quiero que todo esté listo para marcharnos, recoge mis cosas.

Le di un beso en la frente y me fui antes de que dijera nada, no quería ver como sufría otra persona por mi culpa.


Fui a casa de Lluna, era muy temprano, ella todavía estaba durmiendo, podía oír su respiración acompasada. Hoy sería la última vez que la vería, la última vez que la besaría, el último día que pasaría con mi amor.


Esta mañana, cuando le acompañé al trabajo, ella notó que le estaba escondiendo algo, pero le mentí diciéndole que no me pasaba nada, ella no me creyó.
El día trascurrió muy rápido, es cierto que cuando no quieres que se acerqué un momento los minutos trascurren muy rápidos, hasta ahora.

Cuando Lluna salió de trabajar fuimos a un lugar que había buscado esta mañana para contarle toda la verdad. Era un lugar apartado de la civilización; si no podía controlarme, no quería transformarme en un lugar público o donde le pudiera dañar. Lluna me esperaba dentro del coche, yo estaba fuera, pensando cómo le iba a contar todo, quería que fuera rápido. Esta mañana me había montado un guión en mi cabeza, pero ahora se me había olvidado todo. Lo único que podía recordar era la cara de preocupación que tenía Lluna hace un instante. Jacob tienes que deja de ser un cobarde, cuando antes termines con esto mejor, más pronto te podrás ir de este lugar y Lluna dejará de estar en peligro. Malditos Vulturis, maldita Nessie, todo esto era por su culpa. No quise alargar más el momento, el final seguiría siendo el mismo. Abrí la puerta del coche y ayudé que saliera. Intenté calmarme mirando sus grandes y preciosos ojos marrones para que mis explicaciones fueran comprensibles.

- ¿Quieres que demos una vuelta y hablamos?

- No quiero que hablemos, quiero que me cuentes qué te pasa, me tienes muy preocupada. – Pude observar como había aumentado su preocupación.

No te preocupes Lluna, ahora sabrás toda la verdad.

- Vamos.

Guié a Lluna por el bosque. Con cada pasó que daba, dejaba atrás al Jacob que fui estos días y comencé a caminar como el Jacob zombi que era ahora. Podía sentir como las cadenas que me unían a Lluna, se hacían más fuertes; mi cuerpo y mi espíritu no se querían separar de ella, pero era por su bien, por su seguridad. Poco importaba como yo me sintiera.

No me di cuenta que íbamos demasiado rápido hasta que Lluna tropezó, pude girarme y cogerla a tiempo antes que cayera al suelo. Estaba demasiado ocupado intentado sofocar el dolor de mi pecho, que no me fijé que Lluna estaba muy angustiada, respiraba muy deprisa y estaba llorando.

- ¿Te encuentras bien, Lluna?

- ¡No, no estoy bien! -dijo en un grito - ¡estoy asustada, no sé dónde vamos, ni para qué me has traído a este bosque!

- Estamos aquí para darte respuestas y puedas resolver todas las dudas que tienes.

La parte de que me tenía que ir, no se la dije, me era imposible articular las palabras. Pero se lo tenía que contar aunque la sola idea me doliera. Mis manos comenzaron a temblar fuertemente, tenía que controlarme, no podía transformarme delante de Lluna, tenía que decirle que me iba. Dejé la ira acumulada en el árbol que tenía más cercano, los nudillos comenzaron a sangrar, me limpié la sangre en el pantalón y a los dos segundos ya tenía la herida cicatrizada,- podía funcionar igual con las heridas de mi corazón-. Lluna se levantó del suelo, escondí mi mirada, no podía verla. No soportaba la idea, ahora la tenía enfrente de mí y dentro de unas horas no. Quería que termináramos ya con esto, por la seguridad de Lluna, aunque el dolor del pecho me diera a entender lo contrario.

- ¿Y por qué estamos aquí? – Dijo con voz entrecortada.

- Estamos aquí por si cuando te cuente la historia, no puedo controlarme y entro en fase. No quiero transformarme en un lugar público o donde pueda dañarte; si esto ocurriera aquí, iría a buscar a los Cullen para que fueran a buscarte al bosque. – Dije limpiándole las lágrimas que caían por sus mejillas.

Lluna me abrazó, tuve que poner toda mi voluntad para separarme, teníamos que terminar ya con esta farsa. La cogí en brazos, no quería que se cayera otra vez y se pudiera lastimar. El corazón de Lluna estaba muy acelerado, igual que su respiración. Lo estaba pasando mal, y todo por mi culpa.

- ¿Quieres que continuemos? – Le pregunté. Si ella no se sentía bien con esto le mandaría una carta expilándole mi marcha.

- Sí, por favor – Me contestó escondiendo su cara en mi pecho. Lluna me sorprendía, era muy valiente.


La llevé en brazos, memoricé todo su cuerpo, su precioso rostro, sus hermosos ojos y su dulce, dulce aroma. Aunque no fuera a verla más en persona, quería recordar en mi mente como era, para poderla visualizar en mis largos días y años que me esperaban por venir. Cuando estaba atardeciendo llegamos al lugar que había elegido para hablar con Lluna. La dejé sentada en una roca y me separé de ella. Sólo me pude distanciar unos pasos, las cadenas no me dejaron separarme más, el dolor del pecho se extendió por todas mis extremidades impidiéndome andar. Tenía que ser fuerte y poder alejarme de ella, pero las piernas no me respondieron. Dejé este dilema de lado, más tarde, cuando me despidiera de ella, ya me ocuparía de este problema. No sabía por dónde comenzar a explicarle, intenté hablar; antes de comenzar con la historia, quería volver a preguntarle si quería continuar con esto, pero no me salió la voz. Comencé a ponerme muy nervioso, las manos empezaron a temblar, mi parte lobuna quería desprenderse del cuerpo humano para dejar de sentir ese dolor. Cerré los ojos para tranquilizarme, escuché como Lluna se acercó despacio y me cogió las manos temblorosas, las juntó y las puso en su pecho. Sentí como su corazón latía fuertemente, estaba muy nerviosa, seguro que la había asustado con mis convulsiones. Me llevé sus manos a mi cara, su olor era el tranquilizante para mis nervios y la cura para mis temblores. Cuando me tranquilicé abrí los ojos y vi la hermosa mirada de Lluna brillar a la luz de la luna, otro recuerdo que guardaré en mi memoria.

Tenía que sacar coraje y contarle a Lluna lo que ocurría, aunque alargara el momento, todo seguiría siendo igual de trágico. Me tenía que ir lejos de Lluna por su seguridad y por la seguridad de la familia Cullen. Tenía que dejar a mi verdadero amor por su bien.

Fin Pov Jacob

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¿Qué os ha parecido? ¿Imaginabais que iba a pasar una cosa así? El próximo cap lo continúa explicando Lluna. Espero sus comentarios Saludos Áuryn.
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4 comentarios:

  1. ooooooooooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!! noooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!! pobre jacob y pobre lluna.. que dolor debe sentir, espero q esto termine bien.. estaré esperando el próximo capítulo el lunes ;D
    Testimuuuuu

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  2. mi niña jejeje esta estupendamente me encanta. te queiro mucho. saphira

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  3. jejejeje bueno mañana te veo

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  4. esta genial. tiene muchas emociones. lo que no me gusta mucho son los vulturis pero bueno que se le va a hacer.

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